Cómo prepararnos ANTE UNA AMENAZA

Es importante que aprendamos a introducir en nuestra vida cotidiana diferentes formas de prevención ante un posible ataque, de forma que cuando llegue el momento seamos capaces de reaccionar rápidamente.

Por ejemplo, podemos aumentar la vigilancia de nuestras pertenencias, de nuestra casa, nuestro coche, las llaves, nuestros datos personales, las personas con las que nos relacionamos, etc. Además, resulta fundamental mejorar nuestra capacidad de observación del entorno para estar siempre preparados.

Al mismo tiempo, debemos ser capaces de detectar y evaluar situaciones de riesgo en las que podría darse un conflicto. Esta capacidad nos ayudará a anticiparnos a una situación de peligro, de modo que podamos evitarlas y controlarlas, o en última instancia, saber hacer frente a la agresión que pueda producirse.

Fotografía de Luis Villasmil

Actitud

Como decíamos, tenemos que tratar de mantener siempre el control de nuestro entorno, para ello es necesario tener una actitud adecuada, tanto mental como postural. Hay tres tipos de distancia que debemos memorizar para poder ponerlas en práctica: la distancia preventiva, entre 30 y 50 metros; la distancia táctica, manteniendo 2 metros mínimo y la distancia de contacto, la que se da durante un ataque, aunque debemos tratar de no llegar a ella.

Mantenernos alerta

Debes prestar atención a tu instinto, especialmente en situaciones que sean desconocidas o potencialmente peligrosas. Esto no quiere decir que en momentos o lugares conocidos y seguros debas tener miedo ni experimentar ningún tipo de ansiedad derivada de esta situación. Mantenerse alerta significa estar preparado física y mentalmente, porque no sabes lo que puede esperarte en la calle, a oscuras o en un lugar poco transitado. Debes ser capaz de hacer frente una situación que pueda resultar peligrosa mediante la huida o el enfrentamiento.

Control del entorno

El control del entorno consiste en ser conscientes de lo que hay a nuestro alrededor, observando y escuchando. No solo lo que podemos oír es importante, lo que no oímos puede resultar una valiosa información. Por ejemplo, dejar de escuchar unas pisadas a nuestra espalda o empezar a oír cómo estas se aceleran puede significar que alguien está preparado para atacarnos.

También es importante saber localizar los lugares donde posibles agresores podrían estar escondidos y los obstáculos que podemos encontrar en nuestro camino si decidimos huir, como escalones, charcos o ramas de los árboles.

Debemos tener siempre en mente la vía de escape más rápida hacia un lugar seguro cuando nos encontremos en una situación peligrosa, de esa forma seremos capaces de reaccionar más rápidamente si finalmente se da la situación de ataque.

Para practicar el control del entorno resulta muy útil entrenar nuestra visión periférica, esto nos permitirá estar alerta de posibles movimientos en un ángulo de casi 180º. A mayor visión, mayor seguridad. Si uno de los caminos que tomas a menudo puede ser peligroso, dedica tiempo a estudiarlo, a observar cuáles son los puntos clave en los que puedes encontrar amenazas y de esa forma estarás más preparado para cualquier situación que pueda darse en el futuro.

Algunos consejos

Es recomendable tener todos nuestros sentidos alerta cuando nos encontremos en una situación que no controlamos, como volver a casa de noche sin gente por la calle. Para ello resulta útil dejar a un lado el móvil y los auriculares, de forma que nuestra vista y oído puedan centrarse en nuestro entorno, en puntos peligrosos, movimientos extraños a nuestro alrededor o ruidos que puedan anunciar algún peligro.

Para ser capaces de mantenernos alerta necesitaremos tener un estado mental óptimo, por lo que es recomendable no abusar de sustancias que alteren nuestras capacidades, como las drogas o el alcohol. Determinadas sustancias pueden hacer que no seamos capaces de valorar correctamente las situaciones en las que nos encontramos y tomemos malas decisiones.

Si no somos capaces de defendernos, nuestra supervivencia pasa a depender de los actos de los demás.